te acuerdas cuando me escribiste...

viernes, noviembre 25

Historia

Supongamos que me extraña
ver un libro en tu mesa
y comento con soltura
que es muy raro, nunca visto
encontrar una mujer con tal lectura

Supongamos que me miras
lo que menos veo son sonrisas
no hablan tus ojos, sino gritan
ya es muy tarde, demasiado
¡Es una gran metida de patitas!

Supongamos que te miro
sin que sepas, de a ratitos
y descubro un tesoro ahí escondido,
ya me gustas sin remedio,
me tienes sin que sepas ¡¡bien rendido!!

Supongamos que te hablo
tratando en vano de agradarte
me sorprendes con tu cálida sonrisa
y me admiro por completo
¡eres por dentro muy re linda!

Supongamos que te abrazo
y que te hundes acá adentro
destruyendo las corazas suavemente
avanzando como dueña
de mi cuerpo y de mi mente.
Supongamos que te beso,
me complico con las manos
y se doblan mis rodillas,
entre tanto y sin aviso
aparecen por montones las amigas amarillas.

Supongamos que eres mía
que me llevas hasta el cielo
y me colmas de alegría
que me entregas tu cariño
y llenas de esperanza esta vida.

Supongamos que es verdad,
que no dejo de pensarte,
y soy un nuevo adolescente,
que he nacido para amarte,
supongamos que por siempre.


 

estaré esperando a que me vuelvas a escribir